Me encontraba en Guatemala, ciudad de la Eterna Primavera, conociendo su Centro Histórico con la Plaza Mayor, su Palacio Nacional de estilo republicano. A un costado su impresionante catedral, de la que no quisiéramos salir admirando sus bellas imágenes antiguas y veneradas. En tanto una vieja pila nos recuerda la de Lima o Chota por su perfil colonial.
Pero ya en casa, revisando las noticias por medio virtual, nos sentimos consternados ante la terrible cogida del diestro español Julio Aparicio, producida en la Plaza de “Las Ventas” de Madrid, justo cuando realizaba su faena con la muleta en la mano izquierda. Al caer, el toro hace por él cogiéndole por el cuello, incrustándole el pitón derecho para aparecer por la boca. Los peones corrieron presurosos al quite, llevándolo en brazos a la enfermería, en donde fue operado dos veces, siendo su estado de gravedad. Es de imaginar la conmoción que en esos momentos ocasionó en los miles de aficionados que se encontraban en los tendidos.
La fiesta brava es bella, pero a la vez trágica y fatal. Centenares de toreros han muerto cogidos por las astas de los toros. Sino, recordemos algunos “Joselito” fue muerto en una de las plazas de España por el toro “Bailador”, “Manolete” gran figura del toreo mundial murió a causa de la cornada que le propinó el toro “Islero” que le partió la femoral, en la plaza de Linares. También el joven torero Manuel “Granero” quien, cuando realizaba su faena, fue cogido de bajo del estribo de donde el toro lo sacó enganchado con el pitón en el ojo.
Otro caso que conmocionó fue el de Francisco Rivera “Paquirre” joven diestro que al ser cogido en la femoral murió al llegar al hospital, al haber perdido sangre por hemorragia. Pero aún está en nuestra retina la espeluznante cogida de José Cubero “Yiyo” quien estaba en la cúspide de su arriesgada profesión. Fue corneado por la espalda y el pitón le atravesó el corazón. Su destino lo había marcado, reemplazaba circunstancialmente al torero “Curro” Romero.
Otro fue el caso del banderillero Monteliú, quien al colocar un bello par de banderillas murió en las astas del burel.
Pero, también en nuestra Plaza “El Vizcaíno” de Chota la tragedia rondó en la feria del año pasado, al ser cogido el diestro Arturo Macías, figura del toreo mexicano. Esperamos que en la fiesta de “San Juan” del próximo mes de junio, el valor y el arrojo de los toreros y la bravura de los astados no produzcan la pena que hoy todos los aficionados sentimos por la cogida de Julio Aparicio en España.
(*) josevillanuevad1@hotamil.com
